Otra agradable sorpresa

jrinber@gmail.com Cuando se llegó el momento del relevo por renuncia de nuestro querido Papa Benedicto XVI, y no aparecía la fumata blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina de la Basílica de San Pedro ni brillaba en el Vaticano la persona con las luces carismáticas con claridad para completar tan responsable decisión del cónclave después de los siglos que no se eligieran Papa que no fuese italiano o europeo. Así fue que nuestro a...